Iglesia LBD Sur

El título de este informe es del Salmo 96:3, y comenzamos dando gracias a Dios porque es lo que, por su poder y su gracia, nos ha permitido vivir y hacer en Facatativá en los últimos meses y semanas. Hemos podido ver el poder de la oración y la buena mano de Dios guiándonos y acompañándonos en todo y, por eso, brevemente, nos gustaría compartir cómo el Señor nos ha permitido anunciar su Evangelio en los talleres que realizamos con los miembros del Instituto de Recreación y Deportes de Facatativá, así como el fruto que nos ha regalado a través del testimonio de los creyentes en la obra.
 

Para arrancar, respecto a los talleres (enfocados en trabajar la salud física, mental y espiritual), fueron varios los propósitos que se cumplieron. En primer lugar y, principalmente, anunciar claramente el Evangelio de salvación entre instructores y personal del Instituto. Gracias al Señor, entre 50 y 60 personas (de diferentes edades, profesiones y en tres sesiones que se realizaron entre los meses de junio y agosto) oyeron claramente del amor del Señor por ellos y de su obra redentora en la cruz.
En segundo lugar, el propósito de ser de bendición y de mostrar el amor del Señor dándonos a la gente y generando lazos de amistad con diferentes personas en el municipio. Es lindo ver que hallamos gracia con ellos, nos reconocen y cuentan con nosotros para próximas oportunidades. Justamente, ese tercer propósito de tener puertas abiertas para el Evangelio por nuestro Dios también se cumple y, si Él lo permite, pronto podremos vernos nuevamente con ellos y con otros talleres en la alcaldía.
 

Ahora, Dios no solo nos ha permitido anunciar el Evangelio de esta manera, sino que, persona a persona (usando a nuestros hermanos en Facatativá), también muchos han oído del Señor. Estas últimas semanas hemos podido experimentar algo especial: varios de nuestros contactos, por los cuales venimos orando, no solo han oído claramente de nuestro Señor Jesucristo, sino que algunos de ellos también le han recibido como Salvador personal y, por si fuera poco, algunos de ellos también han comenzado a estudiar la Biblia con nosotros. Lo más sorprendente es que nos ha llevado con personas en diferentes lugares, como Miguel Rivaldo, un pensionado de la Policía Nacional que se encuentra cumpliendo una condena en el Centro de Reclusión de Facatativá.
 

Por supuesto, junto con estas victorias también hemos experimentado la batalla, pero en todo Dios se ha glorificado y nos ha animado a depender y a ser más fieles en oración, y a seguir cumpliendo la misión de anunciar su Evangelio y de edificar a nuestros hermanos allí. Por eso, les animamos a seguir fieles en oración y disponiendo su vida y sus recursos para alcanzar Faca para Cristo.